ORGULLO Y HUMILDAD
Alineación inicial: Víctor, Pau, Marcos, Alberto, Hurtado, Vicente, Marc, Cortés, Dani, Aleix y Juli.
También jugaron: Aguilella, Sales, Arroyo, Albalat y Carlos Ruiz.
Quién
lo iba a decir. Se enfrentaban los dos equipos menos goleados de la
categoría. Nuestro portero Víctor, con 13 goles, era el segundo
guardameta menos goleado. Los porteros del Villarreal, llevaban 8 goles
en encajados. Y estas cosas tiene el fútbol, que se aleja cada vez más
de las estadísticas y las matemáticas. Y por eso es tan bonito.
Hasta
8 goles se vieron en el encuentro, algunos de bellísima factura. Y
sería nuestro Cadete A quien golpearía primero. Por ganas, por juego y
por motivación. Se le anuló un tanto a Cortés al poco de empezar, tras
disparo seco de Dani que repelió el portero y remachó Totti a la red. Se
anuló por fuera de juego. Justito. Después, sumaría en el marcador
local el mismo Cortés, esta vez de forma válida, y otra vez en sintonía
con Dani, que estuvo en todas. Asistencia magistral tras jugada
elaborada y golazo del mediapunta local. 1-0 y el Villarreal ni se
acercaba por nuestra área. Buenas noticias.
Pero a falta de
juego y combinaciones, el Villarreal tiene eso que tienen los grandes.
Afilaron los colmillos y se disfrazaron de efectividad. Y qué
efectividad. Empataban de cabeza antes del descanso, en la única vez que
se jugó en campo propio del Onda. Otra vez se nos negaba la suerte en
un partido en el que seguiamos teniendo ocasiones para llevarnos algo
más.
Al volver del descanso y reorganizar
algunos detalles, llegaron dos mazazos que dejaron medio k.o al equipo.
Las siguientes dos ocasiones de los amarillos acabaron en gol. 1-3 y
tocaba tirar de héroes. Todo después de sufrir un posible penalti que
sin duda hubiera cambiado la cara al partido. No vio suficiente contacto
el árbitro.
Cuando nos dimos cuenta, el partido estaba 2-4,
tras golazo de falta directa de los visitantes y otro de Cortés que
marcaba a puerta vacía tras asistencia de un incisivo Juli, que tuvo en
sus botas el 2-1 con un disparo que se fue rozando el palo, tras una
brutal asistencia de Dani, otra más.
Llegó el 2-5 del
Villarreal. Y el 3-5, obra del mismo Juli tras testarazo por la misma
escuadra en un saque de esquina. Y no hubo tiempo para más.
El
Villarreal, superado en la primera mitad por un voluntarioso y
combinativo Onda, salió en la reanudación acumulando hasta 4 delanteros.
Quisieron que el partido se volviese de ida y vuelta. Un partido que
teníamos controlado. Caímos en el error, y en las pérdidas estuvo el
resultado.
A destacar todo el trabajo del Cadete A del Onda,
que tuvo muchísimo castigo y siguió y persitió hasta la extenuación para
que todo no quedase en una goleada inmerecida. No se pudo puntuar, pero
sí dar la cara ante, posiblemente, el rival con más calidad individual
de la categoría.
Toca reponerse del golpe, coger impulso desde
la lona, para así volver a entrar en la dinámica positiva que buscamos y
trabajamos y tanto se nos está negando. La clasificación queda al
margen, esto ya es cuestión de orgullo. De orgullo y de méritos. Los
méritos que ha hecho el Onda para estar mucho más arriba de la 8º
posición en la que se encuentra. Iremos con humildad a Castellón para
intentar llevarnos los 3 puntos contra el Futur y comenzar a poner las
cosas en su sitio. El fútbol es injusto, como todo en la vida. Pero esas
injusticias lo hacen aún más atractivo y analizable.
¡VAMOS LEONES!