martes, 12 de enero de 2016

CADETE A 3-5 VILLARREAL C.F.


ORGULLO Y HUMILDAD


Alineación inicial: Víctor, Pau, Marcos, Alberto, Hurtado, Vicente, Marc, Cortés, Dani, Aleix y Juli.
También jugaron: Aguilella, Sales, Arroyo, Albalat y Carlos Ruiz.

Quién lo iba a decir. Se enfrentaban los dos equipos menos goleados de la categoría. Nuestro portero Víctor, con 13 goles, era el segundo guardameta menos goleado. Los porteros del Villarreal, llevaban 8 goles en encajados. Y estas cosas tiene el fútbol, que se aleja cada vez más de las estadísticas y las matemáticas. Y por eso es tan bonito.
Hasta 8 goles se vieron en el encuentro, algunos de bellísima factura. Y sería nuestro Cadete A quien golpearía primero. Por ganas, por juego y por motivación. Se le anuló un tanto a Cortés al poco de empezar, tras disparo seco de Dani que repelió el portero y remachó Totti a la red. Se anuló por fuera de juego. Justito. Después, sumaría en el marcador local el mismo Cortés, esta vez de forma válida, y otra vez en sintonía con Dani, que estuvo en todas. Asistencia magistral tras jugada elaborada y golazo del mediapunta local. 1-0 y el Villarreal ni se acercaba por nuestra área. Buenas noticias.
Pero a falta de juego y combinaciones, el Villarreal tiene eso que tienen los grandes. Afilaron los colmillos y se disfrazaron de efectividad. Y qué efectividad. Empataban de cabeza antes del descanso, en la única vez que se jugó en campo propio del Onda. Otra vez se nos negaba la suerte en un partido en el que seguiamos teniendo ocasiones para llevarnos algo más.

Al volver del descanso y reorganizar algunos detalles, llegaron dos mazazos que dejaron medio k.o al equipo. Las siguientes dos ocasiones de los amarillos acabaron en gol. 1-3 y tocaba tirar de héroes. Todo después de sufrir un posible penalti que sin duda hubiera cambiado la cara al partido. No vio suficiente contacto el árbitro.
Cuando nos dimos cuenta, el partido estaba 2-4, tras golazo de falta directa de los visitantes y otro de Cortés que marcaba a puerta vacía tras asistencia de un incisivo Juli, que tuvo en sus botas el 2-1 con un disparo que se fue rozando el palo, tras una brutal asistencia de Dani, otra más. 
Llegó el 2-5 del Villarreal. Y el 3-5, obra del mismo Juli tras testarazo por la misma escuadra en un saque de esquina. Y no hubo tiempo para más.
El Villarreal,  superado en la primera mitad por un voluntarioso y combinativo Onda, salió en la reanudación acumulando hasta 4 delanteros. Quisieron que el partido se volviese de ida y vuelta. Un partido que teníamos controlado. Caímos en el error, y en las pérdidas estuvo el resultado.
A destacar todo el trabajo del Cadete A del Onda, que tuvo muchísimo castigo y siguió y persitió hasta la extenuación para que todo no quedase en una goleada inmerecida. No se pudo puntuar, pero sí dar la cara ante, posiblemente, el rival con más calidad individual de la categoría.
 
Toca reponerse del golpe, coger impulso desde la lona, para así volver a entrar en la dinámica positiva que buscamos y trabajamos y tanto se nos está negando. La clasificación queda al margen, esto ya es cuestión de orgullo. De orgullo y de méritos. Los méritos que ha hecho el Onda para estar mucho más arriba de la 8º posición en la que se encuentra. Iremos con humildad a Castellón para intentar llevarnos los 3 puntos contra el Futur y comenzar a poner las cosas en su sitio. El fútbol es injusto, como todo en la vida. Pero esas injusticias lo hacen aún más atractivo y analizable.
¡VAMOS LEONES!