Sabíamos de buena mano que todos los
equipos que habían pasado por este campo lo habían tenido muy difícil y el
guión de partido lo teníamos bastante claro, aunque no valió de nada ya que al
equipo le costó entrar en el partido.
El encuentro comenzó muy trabado, con
muchas imprecisiones y muchos balones divididos en el centro del campo.
No conseguíamos hilar una jugada ni
conseguíamos mandar un balón en condiciones a nuestros delanteros.
En campos de dimensiones tan reducidas
hay mas contacto, menos espacio, y todo esto implica que se tenga que optar por
un juego mas directo.
En estos momentos de indecisión, el
Rafalafena se aprovechó de las dudas que estaba mostrando el equipo y se puso
por delante en el marcador en un gran cabezazo.
El grupo despertó, y no tardaríamos en
reaccionar. En una bonita jugada conseguimos el empate que ponía nuevamente la
igualada en el marcador.
Nos fuimos al descanso con igualdad, pero
con la sensación de que no estaban saliendo las cosas como esperábamos y como
habíamos planeado, a pesar de que el equipo contrario solo creaba peligro en
balones colgados al área.
En el vestuario se reflexionó, se leyó el
partido y salimos hacia el campo convencidos de nuestras posibilidades.
La mentalidad cambió positivamente, hasta
el punto de pasar a dominar el encuentro, de una manera más directa de lo
habitual, pero que nos serviría para anotar un importantísimo gol en una gran
jugada colectiva.
Los locales apretaron, pero no conseguían
penetrar de manera combinativa entre nuestros medios centro y la zaga.
Ya en los minutos finales en una jugada a
balón parado, conseguíamos un gol que nos daba la tranquilidad necesaria para
afrontar los minutos finales que certificarían la victoria.
Destacar la actitud del equipo, sobre
todo en la segunda mitad, y destacar también el buen papel que nos están dando
los jugadores del Cadete B, una semana mas rindiendo a un gran nivel.