FRÍOS
No consiguió el Alevín “A” entrar en el partido durante los sesenta minutos que duró el mismo. Ya desde el calentamiento se apreciaba una halo de espesura en los nuestros que esperábamos se disipara con el pitido inicial. Ciertamente, los nuestros salieron muy bien, parecía que el pitido del árbitro había despertado a los nuestros. Tanto es así que a los cuarenta segundos ya habíamos recuperado el esférico y disponíamos de una ocasión clarísima para adelantarnos. Nuestros fueron los primeros diez o doce minutos de encuentro, pero a partir de ahí el equipo tornó a mostrar fantasmas del pasado. Estábamos fríos, sin ideas y éramos incapaces de pasar y controlar decentemente. Todo y con eso todavía creamos un par o tres de acciones de peligro en la primera mitad, pero perdimos el sitio en el campo y nuestro juego se resintió demasiado, malgastando treinta minutos en los que no fuimos capaces de encontrarnos en el campo y en el juego.
Para la reanudación intentamos hacer reaccionar al grupo y que éste, pasado el mal trago de la primera mitad, se asentara en el campo y empezara a buscar un juego más asociativo, escoger bien los espacios y, en definitiva, ser nosotros mismos. No obstante, en lugar de ello, concedimos dos regalos al contrario que aceptó de buen gusto para colocar en el marcador el 0-2 definitivo en el 33 de partido. El partido se ponía muy cuesta arriba y esos goles no hacían otra cosa que hundirnos y no dejar atisbo alguno de reacción en los nuestros. Cierto es que lo intentamos, más con corazón que con cabeza, pero cuando no tienes el día todo te sale al revés.
Partido para la reflexión, para darnos cuenta de lo importantes que somos todos individualmente en este equipo y de la necesidad del mejor nivel de cada uno para el buen funcionamiento del grupo. No sería justo desencantarse con el equipo por un partido así, no sería justo para nadie. Si hasta los profesionales tienen días malos, porque no lo van a tener niños de 11 y 12 años, están en su derecho. Lo que debemos hacer, como equipo ganador que somos, es enfadarnos con nosotros mismos, auto exigirnos nuestro mejor nivel y seguir aportando positivismo a la evolución individual y colectiva del grupo. No nos olvidemos que para eso estamos, para sumar día a día.
JUNTOS VAMOS A MÁS!!!!!
