Empezamos, una vez más, perdiendo, ante un rival que venía hundido en la tabla pero con las cosas muy claras. Se cerraban atrás, despejaban e intentaban crear contragolpes. Hicieron 3 ocasiones de gol en todo el partido, una acabó en gol y nos tocó remar. Otra vez.
Tuvimos ocasiones de todos los colores: remates de cabeza y con el pie, disparos de dentro y fuera del área, jugadas elaboradas… Pero parecía que el gol no quería llegar. Tuvo que ser una acción con mucha fortuna la que empatara el partido antes del descanso. Un saque en largo de Íker, nuestro portero titular, fue peinado por uno de los defensas más destacados del equipo rival y, tras la indecisión del portero, el balón acabó en la red. Era el empate y fallaban, seguramente, los dos jugadores más destacados del Olímpic.
Así llegamos al descanso. Empatando contra un rival inferior en juego pero que nos creaba sensación de peligro ya que, por momentos, el equipo no defendía todo lo bien que sabe.
Costó marcar el segundo que diera la vuelta al marcador, pero estaba claro que cuando llegara, detrás vendrían unos cuantos más. Seguimos creando ocasiones clarísimas, clamorosas algunas. Hasta que una jugada elaborada acababa con gol Pepe tras asistencia de Albert. Después, Pepe completaría su actuación con un hat-trick. Eran los mejores momentos del Benjamín C, jugando a uno o dos toques y volviendo loco al rival. Luchando cada balón como si fuera el último. Eso que queremos los técnicos que exista los 50 minutos.
El quinto gol, obra de David López, redondeaba una mañana que empezó peor de lo que terminó.
Esta victoria sumada a la derrota de Primer Toque contra Rafalafena vuelve a ponernos a tiro. Ahora nos vienen tres partidos que en la primera vuelta no pudimos ganar: Esportiu Villarreal, Rafalafena y Burriana. Si se consiguieran ganar volveríamos a estar cerca del segundo puesto. Justo dónde, creemos, se merece este equipo.
