martes, 21 de enero de 2014

BENJAMIN C CD ONDA 3 - 6 PRIMER TOQUE CF C

EL EQUIPO DE LAS DOS CARAS:

Ni había comenzado el partido y ya ganaba el Benjamín C 1-0. El sueño de cualquier entrenador: gol a favor a los 28 segundos de juego. Los niños estaban concentrados y sabían de la importancia del partido. A los 2 minutos ya había encajado el segundo el Primer Toque, que nos visitaba con un punto más y una posición por encima de la nuestra. 
Y también llegó el tercero, que hizo que el partido se relajara un poco aunque no sin dejar de asediar el marco rival que no pasó de su medio campo en los primeros 25 minutos.
Fue en el tiempo añadido de la primera parte, en remate de cabeza en un saque de esquina, como el equipo visitante se llevaba al descanso un premio que no merecía. 

Parece que eso dio alas al rival y mermó a los nuestros. Tanto fue así que al poco tiempo del comienzo de la segunda parte el equipo rival ya le había dado la vuelta al marcador con la mirada atónita y desconcertada de jugadores, técnicos y aficionados. Cuando el Onda volvió en sí, el equipo castellonense ya había puesto el marcador en 3-6 y nos había dejado tocados y, casi hundidos.

Diez minutos malos, horribles diría yo, acabaron con las esperanzas que habíamos depositado con el 3 a 0; que por otro lado había quedado corto, vista la actuación del Benjamín C del Onda durante la primera mitad.
Sin engaños, el golpe parece difícil de asimilar pero recordemos: son niños. Y, además: nos han demostrado que pueden jugar y destrozar a uno de los mejores equipos de la categoría. Faltaron muchas cosas, pero también hicimos muchísimas bien. Hay que afianzar estas y corregir las otras para seguir adelante en lo que nos queda de liga y los torneos que puedan venir. Lo que es seguro es que el Benjamín C del Onda puede ir a cualquier campo con la cabeza bien alta. 
Ese "casi hundidos" dicho anteriormente viene por que los técnicos estamos seguros que nos vamos a levantar. Y lo vamos a hacer como sabemos: jugando bien al fútbol. Se podrá ganar, empatar o perder pero estos niños saben jugar de maravilla. Recordémoslo cuando se gana, pero también cuando se pierde. Más aún cuando se pierde.