LA OTRA CARA
Esta semana el Alevín “A” mostró otra de sus facetas, la del equipo currante. Nos tocó enfundarnos el mono de faena y trabajar, desde el sacrificio y la no vistosidad, un resultado que se nos ponía adverso a los diez minutos a la salida de un córner. Salimos un tanto descolocados, fríos y no cogimos bien el sitio de inicio.
El rival, muy correoso, intenso y vertical, nos ganó el centro del campo y nos anuló hasta el final de la primera mitad. Poco a poco el equipo fue tomando posiciones y aportando, aspectos que nos permitieron desquitarnos de la presión, y conseguimos irnos al descanso con una renta de 3-1, remontando el encuentro en diez minutos de acierto. Con todo a favor, superado el incierto y dubitativo inicio de encuentro, en el que estábamos descolocados y faltos de ritmo y ambición, la segunda mitad no planteó grandes problemas a los nuestros. Cierto es que nos costó salir jugando desde atrás merced de una buena disposición defensiva de los valleros, aunque poco a poco fuimos encontrando las vías de escape para superar esa primera presión y crear peligro en acciones colectivas, con lo que conseguíamos crear peligro o situaciones de peligro en campo contrario.
Cierto es que el partido, marcado por el desgaste físico de ambas escuadras, no fue realmente vistoso para la grada, pero para el grupo significó el darse cuenta de que, sin esfuerzo, tampoco se consigue nada (otra cosa que aprendemos). Esfuerzo que nos permitiría en esta segunda mitad lograr dos dianas más, por una del rival.
Aunque no viéramos peligrar en exceso el resultado, tenemos que ser francos y admitir que no fue uno de nuestros mejores partidos. Nos faltó salir más metidos en el partido, tener ambición y no dejar fluir el encuentro, ya que, si te dejas llevar por la situación, caes en la comodidad y, con la comodidad, vienen los sustos. Esta vez tuvimos suerte de poder y saber reaccionar, pero no debemos conformarnos con corregir sobre la marcha, debemos aportar todos nuestro grano de arena desde el principio para contribuir, en la mayor medida posible, al buen funcionamiento del equipo.
Que nos sirva para darnos cuenta de que somos catorce y, si los catorce no damos lo mejor siempre, esto no funciona como debe. También es de justicia alabar el trabajo de desgaste llevado a cabo por los chavales apretando los dientes y mosqueándose consigo mismos cuando la cosa no funciona sabedores de que no se han hecho bien las cosas, con lo que estamos muy contentos de que prevalezca la forma por encima del resultado.
AVISO A NAVEGANTES!!!!!
