lunes, 24 de noviembre de 2014

Esportiu Villarreal 1-2 Infantil B

CREER:

Sin Carlos, sancionado. Sin Pablo, jugando con el C a la misma hora en Artana. Sin Xispa, lesionado del hombro. Sin Musta, recuperándose de una larga lesión. Sin Javi, con problemas durante la semana.

Así llegó el Infantil B a Fundació Flors, a enfrentarse a uno de los equipos situados en la parte de arriba, con solo una derrota en su haber y muchas goleadas a su favor. Partido complicadísimo en el que nuestro infantil no se escondió. Con Vicent Martí como héroe absoluto por sus agallas para ponerse de portero después de mucho tiempo de su cambio a "jugador de campo".
Absolutamente TODO el equipo dio la talla en un campo que parecía inexpugnable. Los dos equipos crearon varias ocasiones durante todo el encuentro. Lo trabajado durante la semana salió a la perfección. Y fue por la insistencia y la creencia durante este y otros partidos. Creemos en el modelo y en nuestros activos y eso se nota. Se nota en cada carrera, en cada presión, en cada lucha, en cada disparo, en cada palabra de aliento.

Tras una primera parte memorable de los ondenses fue el Esportiu, a dos minutos del descanso, quien abrió el marcador en un contragolpe en el que quizás hubo fuera de juego pero en el que pecamos de poca contundencia y lo pagamos. Abajo en el marcador cuando menos lo merecíamos.

En el parón, durante la charla, se veía en las caras de los visitantes que sabian que se podía. Creían en la remontada. Creían cada uno de ellos en todos y cada uno de los demás. Y así, en un minuto loco, el precioso minuto 15 de la segunda mitad, llegaron dos goles consecutivos del Infantil que daba la vuelta al partido como si de un calcetín se tratara.
Zouhir, tras jugada personal de Joel (inmenso todo el partido), inventó un zurdazo que se coló por la escuadra derecha del portero local. Imparable.
Sacó de centro el rival y, en la presión, David Torres robó un balón, ganó por piernas y fe a un central de un año más y cruzó el balón al palo contrario para delirio de los visitantes.
Antes, Pepe, Joel, Fernando o Youssef habían probado al gran portero rival de la segunda mitad de encuentro. A partir de ahí, se defendió con las garras y se jugó con la cabeza para evitar el empate rival. Crearon ocasiones clarísimas para empatar, también nosotros para sentenciar, pero el resultado no se movería.
Tres puntos que saben a mucho más por la dificultad del equipo rival, uno de los que están y estarán en la parte alta de la tabla.
El Infantil B puede con lo que lo echen y más. El Infantil B sabe a lo que juega. El Infantil B cree en sí mismo hasta el final.